miércoles, 13 de agosto de 2025

PRIMER MISTERIO LUMINOSO. EL BAUTISMO DE JESÚS EN EL RÍO JORDÁN


BAUTISMO DE CRISTO

Autor.- Francisco de Goya y Lucientes.
Fecha de ejecución.- Goya trabaja en esta obra entre el año 1775 y el año 1780
Técnica.- Óleo sobre lienzo.
Medida.- 45 x 39 cm.
Lugar donde se encuentra.- Colección particular.

TEXTO DEL EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO

    Entonces viene Jesús desde Galilea al Jordán y se presenta a Juan para que lo bautice. Pero Juan intentaba disuadirlo diciéndole: 

    «Soy yo el que necesito que tú me bautices, ¿y tú acudes a mí?». 

    Jesús le contestó: 

    «Déjalo ahora. Conviene que así cumplamos toda justicia». 

    Entonces Juan se lo permitió. Apenas se bautizó Jesús, salió del agua; se abrieron los cielos y vio que el Espíritu de Dios bajaba como una paloma y se posaba sobre él. Y vino una voz de los cielos que decía: 

    «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco».

Mateo 3, 13 - 17

MEDITACIÓN DEL SANTO PADRE SAN JUAN PABLO II

    Jesucristo: Hijo que se ha hecho Siervo. El bautismo en el Jordán lo confirma plenamente: Jesús se presenta a Juan para hacerse bautizar pero éste trata de impedírselo diciendo: "Soy yo el que necesito que tú me bautices, ¿y tú acudes a mí? (Mt 3, 14). Como si quisiera decir: "Precisamente tú que eres el autor de la gracia salvífica, y Señor de nuestra salvación". Jesús, sin embargo, responde: "Déjalo ahora. Está bien que cumplamos así todo lo que Dios quiere" (Mt 3, 15). Jesús recibe el bautismo de Juan: el bautismo de penitencia. De este modo se manifiesta a Sí mismo como Siervo de nuestra redención. Viene como Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo (cf. Jn 1, 29. 36). Lleva en Sí la voluntad de la obediencia al Padre hasta la muerte. Viene como Aquel que "no quebrará la caña cascada ni apagará el pabilo vacilante" (Is 42, 3).

San Juan Pablo II. Ángelus 13 de enero de 1985

ORACIÓN FINAL DEL MISTERIO

DIOS todopoderoso y eterno,
que en el bautismo de Cristo, en el Jordán,
al enviar sobre él tu Espíritu Santo,
quisiste revelar solemnemente a tu Hijo amado,
concede a tus hijos de adopción,
renacidos del agua y del Espíritu Santo,
perseverar siempre en tu benevolencia.
Por nuestro Señor Jesucristo.

viernes, 1 de agosto de 2025

QUINTO MISTERIO GLORIOSO. LA CORONACIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA, COMO REINA Y MADRE DE TODO LO CREADO EN EL CIELO Y LA TIERRA


LA CORONACIÓN DE LA VIRGEN

Autor.- Diego Rodríguez de Silva y Velázquez.
Fecha de ejecución.- Velázquez realiza esta obra entre el año 1635 y el año 1636
Técnica.- Óleo sobre lienzo.
Medida.- 178,5 x 134,5 cm.
Lugar donde se encuentra.- Museo Nacional del Prado.
Localidad.- Madrid.
País.- España.

TEXTO DEL LIBRO DEL APOCALIPSIS

    Un gran signo apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, y la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza.

Libro del Apocalipsis 12, 1 

MEDITACIÓN DEL SANTO PADRE SAN JUAN XXIII

    Es la síntesis de todo el Rosario, que se cierra así en la alegría y en al gloria.

    Esa gran misión que se abrió con la anunciación del ángel, como un único flujo de fuego y de luz, ha ido pasando a través de cada uno de los misterios: el plan eterno de Dios para nuestra salvación, que está representado en tantos cuadros, nos ha acompañado hasta aquí y ahora nos reúne con Dios en el esplendor de los cielos.

    La reflexión ha de recaer sobre nosotros mismos; sobre nuestra vocación por la que un día seremos asociados a los ángeles y a los santos y cuyas gracias santificantes anticipa ya desde esta vida la realidad misteriosa y consoladora; ¡oh qué delicia, oh qué gloria! Somos "conciudadanos de los santos y de la familia de Dios; edificados sobre el fundamento de los apóstoles y de los profetas, siendo piedra angular el mismo Cristo Jesús" 

    La intención en este misterio es orar por la perseverancia final y por la paz sobre la tierra, que abre las puertas de la eternidad bienaventurada.

ORACIÓN FINAL DEL MISTERIO

Dios todopoderoso,
que nos has dado como Madre y como Reina
a la Madre de tu Unigénito,
concédenos que, protegidos por su intercesión,
alcancemos la gloria de tus hijos en el reino de los cielos.
Por nuestro Señor Jesucristo.

martes, 1 de julio de 2025

CUARTO MISTERIO GLORIOSO. LA ASUNCIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA EN CUERPO Y ALMA A LOS CIELOS.


LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA

Autor.- Tiziano Vecellio di Gregorio, quien será conocido en el mundo del Arte y en su historia como Tiziano.
Fecha de ejecución.- Tiziano realiza esta obra entre el año 1516 y el año 1518
Técnica.- Óleo sobre tabla.
Medida.- 690 x 360 cm.
Lugar donde se encuentra.- Basílica de Santa María del Frari.
Localidad.- Venecia.
País.- Italia.

TEXTO DE LA BULA PONTIFICIA PROCLAMANDO EL DOGMA DE LA ASUCIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA A LOS CIELOS

    De tal modo, la Augusta Madre de Dios, misteriosamente unida a Jesucristo desde toda la eternidad con un mismo decreto, de predestinación, inmaculada en su Concepción, Virgen sin mancha en su divina maternidad, generosa socia del divino Redentor, que obtuvo un pleno triunfo sobre el pecado y sobre sus consecuencias, al fin como supremo coronamiento de sus privilegios, fue preservada de la corrupción del sepulcro, y vencida la muerte, como antes su Hijo, fue elevada en alma y cuerpo a la gloria del Cielo, donde resplandece como Reina a la diestra de su Hijo, Rey inmortal de los siglos

Bula munificentissimus deus del santo Padre Pio XII. 

MEDITACIÓN DEL SANTO PADRE SAN JUAN XXIII

    La imagen soberana de María se ilumina e irradia en la suprema exaltación que puede alcanzar una criatura. ¡Qué bella escena de gracia, dulzura, solemnidad, la dormición de María, tal como los cristianos de Oriente la contemplan! Recostada en el plácido sueño de la muerte, Jesús está junto a ella, y la retiene en su corazón, como si el alma de María fuese un niño, para indicar el prodigio de la inmediata resurrección y glorificación.

    Los cristianos de Occidente prefieren seguir, levantando los ojos y el corazón, la asunción de María en cuerpo y alma hacia los reinos eternos. Así la han visto y representado los artistas más insignes, belleza divina incomparable. Sigámosla así, dejándonos llevar entre la angélica procesión.

    Motivo de consuelo y de confianza de los días de dolor para aquellas almas privilegiadas -y todos los podemos ser- que Dios prepara en silencio para el triunfo más bello, el triunfo del altar.

    El misterio de la Asunción nos familiariza con el pensamiento de la muerte, de nuestra muerte, en una luz de plácido abandono en el Señor; nos familiariza y reconcilia con la idea de que el Señor estará, como queremos que esté, cerca en nuestra agonía para recoger entre sus manos nuestra alma inmortal.

    Gratia tua nobis tecum, Virgo Immaculata.

ORACIÓN FINAL DEL MISTERIO

Dios todopoderoso y eterno, 
que has elevado en cuerpo y alma 
a los cielos a la inmaculada Virgen María, 
Madre de tu Hijo, 
concédenos que, tendiendo siempre 
hacia los bienes celestiales, 
merezcamos participar con ella de la gloria del cielo. 
Por Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro, 
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, 
y es Dios, por los siglos de los siglos. 

domingo, 1 de junio de 2025

TERCER MISTERIO GLORIOSO. LA VENIDA DEL ESPÍRITU SANTO SOBRE EL COLEGIO APÓSTOLICO, REUNIDO JUNTO A MARÍA EN PENTECOSTÉS


LA VENIDA DEL ESPÍRITU SANTO

Autor.- Esta obra fue realizada pro José Antolínez.
Fecha de ejecución.- En la actualidad, se desconoce la fecha exacta, en la que José Antolínez realiza esta obra, datándose como una obra realizada antes del año 1673.
Técnica.- Óleo sobre lienzo.
Medida.- 186,3 x 229,5 cm.
Lugar donde se encuentra.- Museo de las Bellas Artes de Bilbao.
Localidad.- Bilbao.
País.- España.

TEXTO DEL LIBRO DEL HERCHO DE LOS APOSTÓLES

    Entonces se volvieron a Jerusalén, desde el monte que llaman de los Olivos, que dista de Jerusalén lo que se permite caminar en sábado. Cuando llegaron, subieron a la sala superior, donde se alojaban: Pedro y Juan y Santiago y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Santiago el de Alfeo y Simón el Zelotes y Judas el de Santiago. Todos ellos perseveraban unánimes en la oración, junto con algunas mujeres y María, la madre de Jesús, y con sus hermanos. Al cumplirse el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. De repente, se produjo desde el cielo un estruendo, como de viento que soplaba fuertemente, y llenó toda la casa donde se encontraban sentados. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se dividían, posándose encima de cada uno de ellos. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía manifestarse. 

Libro de los Hechos de los Apóstoles 1, 12 - 14. 2, 1 - 4

MEDITACIÓN DEL SANTO PADRE SAN JUAN XXIII

    Los apóstoles en la última cena recibieron la promesa del Espíritu, luego en el cenáculo, reunidos en torno a María, lo reciben como don supremo de Cristo. ¿Qué es su Espíritu? Es el Consolador y Abogado. Con la venida y difusión del Espíritu Santo la herencia de Cristo, todavía trepidante y ansiosa, recibe el sello de la catolicidad que la dilata a todos los confines. El Espíritu Santo continúa sus efusiones sobre la Iglesia todos los días; los siglos y los pueblos le pertenecen. Sus triunfos no están siempre a la vista, pero de hecho están llenos de sorpresas y de maravillas.

    Las avemarías del misterio que meditamos miran hacia una particular intención, en este año de fervor en el que toda la Iglesia Santa, que es peregrina en el mundo, se dispone y prepara para Concilio Ecuménico. El Concilio ha de ser como un nuevo Pentecostés de fe, de apostolado, de gracias extraordinarias, para la prosperidad de los hombres, para la paz del mundo entero. María, la Madre de Jesús y dulcísima Madre nuestra, estaba con los Apóstoles en el Cenáculo de Pentecostés. Permanezcamos durante este año más cerca de ella, en el Rosario. Nuestras oraciones unidas a las suyas renovarán el antiguo prodigio; y será como el nacimiento de un nuevo día, un alba intensa de la Iglesia católica, santa y cada vez más santa, católica y cada vez más católica, en los tiempos modernos.

ORACIÓN FINAL DEL MISTERIO

Señor, Dios nuestro,  
que colmaste de los dones del Espíritu Santo  
a la Virgen María en oración con los apóstoles,  
concédenos, por su intercesión  
perseverar en la oración en común,  
llenos del mismo Espíritu,  
y llevar a nuestros hermanos  
el Evangelio de la salvación.  
Por Jesucristo nuestro Señor.

jueves, 22 de mayo de 2025

SEGUNDO MISTERIO GLORIOSO. LA ASCENSIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO A LOS CIELOS


LA ASCENSIÓN

Autor.- Esta obra salió de los pinceles de Juan de Flandes.
Fecha de ejecución.- Juan de Flandes realiza esta obra entre el año 1514 y el año 1519
Técnica.- Oleo sobre madera.
Medida.- 110 x 84 cm.
Lugar donde se encuentra.- Museo Nacional del Prado.
Localidad.- Madrid.
País.- España.

TEXTO DEL LIBRO DE LOS APÓSTOLES

    Entonces se volvieron a Jerusalén, desde el monte que llaman de los Olivos, que dista de Jerusalén lo que se permite caminar en sábado. Cuando llegaron, subieron a la sala superior, donde se alojaban: Pedro y Juan y Santiago y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Santiago el de Alfeo y Simón el Zelotes y Judas el de Santiago. Todos ellos perseveraban unánimes en la oración, junto con algunas mujeres y María, la madre de Jesús, y con sus hermanos. Al cumplirse el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. De repente, se produjo desde el cielo un estruendo, como de viento que soplaba fuertemente, y llenó toda la casa donde se encontraban sentados. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se dividían, posándose encima de cada uno de ellos. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía manifestarse.

Hechos 1, 12 - 14. 2, 1 - 4 

MEDITACIÓN DEL SANTO PADRE SAN JUAN XXIII

    En este cuadro contemplamos la consumación de las promesas de Jesús. Es su respuesta a nuestro anhelo del cielo; y el retorno definitivo al Padre, de quien procede y vino al mundo, es seguridad para todos nosotros a quienes ha prometido un puesto allá arriba: vado parare vobis locum (Juan 14, 2).

    Este misterio se ofrece ante todo como luz y advertencia para las almas en orden a la vocación de cada uno. Está bosquejando el movimiento espiritual que llega a la santificación, el anhelo de continuas ascensiones que preparan el alma a la «medida de la plenitud de Cristo» (Ef 4, 13); en tal esfuerzo de perfección están comprendidos los sacerdotes, los religiosos y las religiosas, misioneros y misioneras, seglares distinguidísimos, almas que quieren ser buen perfume de Cristo (cf. 2Cor 2, 15) y viven ya en una transmisión de vida celestial.

    La enseñanza de esta decena es una exhortación a no dejarse distraer por aquello que apesadumbra, sino abandonarse a la voluntad del Señor que nos conduce en alto. Los brazos de Jesús, en la hora de su regreso al padre, ascendiendo al cielo, se abren en un gesto de bendición sobre los primeros apóstoles, sobre todos los que, tras sus huellas, siguen creyendo en él, y tienen en su corazón un plácida y serena seguridad del encuentro último con él y con todos los salvados, en la felicidad eterna.

ORACIÓN FINAL DEL MISTERIO

Concédenos, Dios todopoderoso, 
exultar de gozo y darte gracias
 en esta liturgia de alabanza, 
porque la ascensión de Jesucristo, tu Hijo, 
es ya nuestra victoria, 
y donde nos ha precedido él, 
que es nuestra cabeza, 
esperamos llegar también nosotros, 
como miembros de su cuerpo. 

domingo, 4 de mayo de 2025

PRIMER MISTERIO GLORIOSO. LA GLORIOSA RESURRECCIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO


LA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR

Autor.- Bartolomé Esteban Murillo.
Fecha de ejecución.- Murillo trabaja en esta obra entre el año 1650 y el año 1660
Técnica.- Óleo sobre lienzo.
Medida.- 243 x 164 cm.
Lugar donde se encuentra.- Real Academia de las Bellas Artes de San Fernando.
Localidad.- Madrid.
País.- España.

TEXTO DEL EVANGELIO

    Pasado el sábado, al alborear el primer día de la semana, fueron María la Magdalena y la otra María a ver el sepulcro. Y de pronto tembló fuertemente la tierra, pues un ángel del Señor, bajando del cielo y acercándose, corrió la piedra y se sentó encima. Su aspecto era de relámpago y su vestido blanco como la nieve; los centinelas temblaron de miedo y quedaron como muertos. El ángel habló a las mujeres:

    «Vosotras no temáis, ya sé que buscáis a Jesús el crucificado. No está aquí: ¡ha resucitado!, como había dicho. Venid a ver el sitio donde yacía 7e id aprisa a decir a sus discípulos: “Ha resucitado de entre los muertos y va por delante de vosotros a Galilea. Allí lo veréis”. Mirad, os lo he anunciado».

Mateo 28, 1 - 7

MEDITACIÓN DEL SANTO PADRE SAN JUAN XXIII

    Es el misterio de la muerte dominada y vencida; desde la muerte a los esplendores de la victoria y de la gloria. Nos enseña el más grande triunfo de Cristo; y a la vez contiene la seguridad del triunfo de la Santa Iglesia Católica más allá de las adversidades y de las persecuciones de la historia del pasado y las del futuro. Cristo vence, reina, impera. Viene bien recordar que la primera aparición de Cristo resucitado fue para las piadosas mujeres que estuvieron muy cerca de él en su vida y en sus sufrimientos hasta el Calvario.

    En estos esplendores del misterio la mirada de nuestra fe contempla, unidas a Jesús Resucitado, a las almas más queridas, aquellas con quien hemos gozado de familiaridad y compartido las penas. ¡Cómo se aviva a la luz de la resurrección de Jesús el recuerdo de nuestros muertos! Estos son recordados y bendecidos en el sacrificio del Señor crucificado y resucitado, participan aún de nuestra vida mejor, que es la oración y es Jesús.

    Por algo la liturgia oriental concluye el rito fúnebre con el aleluya para todos los muertos. Para ellos invocamos la luz de los eternos tabernáculos, mientras el pensamiento vuela también a la resurrección que espera a nuestros mortales despojos: et exspecto resurrectionem mortuorum. Esperar y confiar en la suavísima promesa de que la resurrección de Jesús es prenda segura, esto es pregustar el cielo.

ORACIÓN FINAL DEL MISTERIO

 Oh, Dios, que en este día, vencida la muerte, 
nos has abierto las puertas de la eternidad
 por medio de tu Unigénito, 
concede, a quienes celebramos la resurrección del Señor, 
que, renovados por tu Espíritu, 
resucitemos la luz de la vida. 
 

viernes, 28 de marzo de 2025

QUINTO MISTERIO DOLOROSO. LA CRUCIFIXIÓN Y MUERTE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO


CRISTO CRUCIFICADO

Autor.- Esta imagen del Señor fue realizado por Francisco de Goya y Lucientes.
Fecha de ejecución.- Goya realiza este Crucificado en el año 1780
Técnica.- Óleo sobre lienzo.
Medida.- 255 x 154 cm.
Lugar donde se encuentra.- Museo Nacional del Prado.
Localidad.- Madrid.
País.- España.

TEXTO DEL EVANGELIO

 Era ya como la hora sexta, y vinieron las tinieblas sobre toda la tierra, hasta la hora nona, porque se oscureció el sol. El velo del templo se rasgó por medio. Y Jesús, clamando con voz potente, dijo:

    «Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu». Y, dicho esto, expiró.

Lucas 23, 44 - 46

MEDITACIÓN DEL SANTO PADRE SAN JUAN PABLO II

    Nunca como en la hora de su muerte, la hora más importante en la historia de la humanidad, Jesús ha estado más cerca de nosotros. Como uno de nosotros, en el momento final, Jesús se ve impotente y lleno de angustia. Nos morimos solos. Los clavos traspasan su carne, pero sobre todo su espíritu. ¿Quizás el Padre lo ha abandonado? Sufre por el dolor de su Madre, escogida para dar la vida a un Hijo que verá morir. Sin embargo Jesús, en el amor y en la obediencia, acepta el proyecto del Padre. Sabe que sin el don de su vida nuestra muerte sería sin esperanza; las tinieblas de la desesperación no se convertirían en luz; el dolor no desembocaría en el consuelo, en la esperanza de la eternidad.

San Juan Pablo II. Meditaciones para el Vía Crucis del Coliseo del año 2000

ORACIÓN FINAL DEL MISTERIO

Señor Jesús,
que has muerto en la cruz por nosotros,
acoge nuestra vida
que se une a la tuya
 como una ofrenda perenne y definitiva.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

PRIMER MISTERIO LUMINOSO. EL BAUTISMO DE JESÚS EN EL RÍO JORDÁN

BAUTISMO DE CRISTO Autor.- Francisco de Goya y Lucientes. Fecha de ejecución.- Goya trabaja en esta obra entre el año 1775 y el año 1780 Téc...