LA NATIVIDAD
Autor.- Bernardino Butinone
Fecha de ejecución.- Bernardino Butinone realiza esta obra en el año 1493
Técnica.- Temple y óleo sobre tabla.
Medida.- 46 x 97 cm,
Lugar donde se encuentra.- Museo Nacional Thyssen - Bornemisza.
Localidad.- Madrid.
País.- España.
TEXTO DEL EVANGELIO
Sucedió en aquellos días que salió un decreto del emperador Augusto, ordenando que se empadronase todo el Imperio. Este primer empadronamiento se hizo siendo Cirino gobernador de Siria. Y todos iban a empadronarse, cada cual a su ciudad. También José, por ser de la casa y familia de David, subió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, que se llama Belén, en Judea, para empadronarse con su esposa María, que estaba encinta. Y sucedió que, mientras estaban allí, le llegó a ella el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada.
Lucas 2, 1 - 7
MEDITACIÓN DEL SANTO PADRE SAN JUAN XXIII
En el momento justo, según las leyes de la naturaleza humana asunta, el Verbo de Dios hecho hombre sale del tabernáculo santo que es el seno inmaculado de María. Su primera aparición en el mundo está en un pesebre donde las bestias se alimentan de heno; todo en derredor es silencio, pobreza, sencillez, inocencia. Se oyen voces de ángeles que anuncian en el cielo la paz que el recién nacido trae al universo. Los primeros adoradores son María, la Madre y José, el padre putativo; después, los humildes pastores invitados por voces angélicas, descienden de la colina. Más tarde llegará una caravana de gente ilustre precedida, desde lejos, por una estrella y
Ofrecerá dones preciosos llenos de significado.
Pero entre tanto todo adquiere en aquella noche de Belén lenguaje de universalidad.
Sobre este tercer misterio, que obliga a que toda rodilla se doble ante la cruz, hay quien gusta de contemplar los ojitos sonrientes del divino infante en actitud de mirar a todos los pueblos de la tierra que pasan, uno después de otro, como en revista ante Él y a los que Él identifica: hebreos, romanos, griegas, chinos, pueblos de África y de todas las regiones del universo y de todas las épocas de la historia, pasadas, presentes y futuras.
Para otros, cambio, durante las diez Ave Marías de este misterio del nacimiento de Jesús les gusta encomendar a Él el número sin número de los niños de todas las razas humanas que durante las últimas veinticuatro horas del día y de la noche precedente van naciendo. Todos estos niños, bautizados o no, pertenecen a Jesús de Belén y a la continuación de su dominio de luz y de paz.
ORACIÓN FINAL DEL MISTERIO
Dios todopoderoso,
envueltos con la nueva luz de tu Verbo hecho carne,
Te pedimos que resplandezca en nuestras obras
lo que por la fe brilla en nuestro espíritu.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los siglos de los siglos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario