jueves, 24 de octubre de 2024

QUINTO MISTERIO GOZOSO. EL NIÑO JESÚS PERDIDO Y HALLADO EN EL TEMPLO


JESÚS ENTRE LOS DOCTORES DE LA LEY

Autor.- En la actualidad se desconoce el autor de esta obra.
´Fecha de ejecución.- En la actualidad y como pasa con el autor, se desconoce la fecha exacta en la que fue realizada esta obra, datándose como una obra del siglo XVII.
Técnica.- Óleo sobre cobre.
Lugar donde se encuentra.- Real Colegio de las Escuelas Pías.
Localidad.- Valencia.
País.- España.

TEXTO DEL EVANGELIO

    Sus padres solían ir cada año a Jerusalén por la fiesta de la Pascua. Cuando cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres. Estos, creyendo que estaba en la caravana, anduvieron el camino de un día y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén buscándolo. Y sucedió que, a los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba. Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre: 

    «Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Tu padre y yo te buscábamos angustiados». 

    Él les contestó: 

    «¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre?». 

    Pero ellos no comprendieron lo que les dijo.

Lucas 2, 41 - 51

MEDITACIÓN DEL SANTO PADRE SAN JUAN XXIII

    Jesús tiene ya doce años. María y José le acompañan a Jerusalén para la plegaria habitual de aquella edad. De improviso desaparece de sus ojos aunque vigilantes y amorosos. Gran preocupación en aquella búsqueda que dura tres días. Se le encuentra entre los demás asistentes en el templo. Estaba razonando con los doctores de la ley. ¡Qué palabras tan significativas las de San Lucas que (nos lo describe con precisión! Lo encuentran sentado en medio de los doctores, audientem illos et interrogantem eos (Lucas 2, 46) en actitud de escucharlos y de preguntarles. Aquel encuentro de los doctores era entonces todo: conocimiento, sabiduría, luz, práctica en contemplación al Antiguo Testamento.

    Tal es en todo tiempo la misión de la inteligencia humana: recoger las voces de los siglos, transmitirnos la buena doctrina; dilatar con humildad la mirada de la investigación científica sobre el futuro.

Cristo se encuentra siempre allí en medio, en su puesto; Magister vester unus est Christus (Mateo, 23, 10).

    Esta quinta decena de los misterios gozosos, es una invocación especial en provecho de cuantos son llamados al servicio de la verdad y de la caridad, en la investigación, en la enseñanza, en la difusión de las técnicas nuevas audiovisivas, moviendo a amar a Jesús: científicos, profesores, maestros, periodistas, especialmente éstos, por la tarea característica de hacer siempre el honor a la buena doctrina en su pureza, sin fantásticas deformaciones.

    Sí, sí, rezamos por todos ellos, ya sean sacerdotes o sean laicos: rezamos para que sepan escuchar la verdad, y se requiere tanta pureza de corazón; para que sepan entenderla, y se requiere toda la humildad íntima de la mente, para que sepan defenderla, y es necesaria la fuerza que tuvo Jesús, y es la fuerza de los santos, la obediencia. Solamente la obediencia logra la paz, es decir, la victoria.

ORACIÓN FINAL DEL MISTERIO

¡Oh, Dios! Que por el misterio de tu Hijo 
perdido y hallado en el templo 
has querido despertar en nosotros 
el deseo de la buscar a Jesús 
en nuestras vidas, 
concédenos no cejar nunca en ésta 
para merecer encontrarnos 
con Él y con María, cada día en la Tierra y,
 al final, en la Gloria del Cielo

sábado, 12 de octubre de 2024

CUARTO MISTERIO GOZOSO. EL NIÑO JESÚS PRESENTADO EN EL TEMPLO Y LA PURIFICACIÓN DE NUESTRA SEÑORA MEDITADO JUNTO AL PAPA JUAN XXIII


LA PRESENTACIÓN DEL NIÑO EN EL TEMPLO

Autor.- Ludovico Carracci.
Fecha de ejecución.- Caracci realiza esta obra en hacía el año 1605
Técnica.- Óleo sobre lienzo.
Medida.- 122,6 x 94,8 cm.
Lugar donde se encuentra.- Museo Nacional Thyssen - Bornemisza.
Localidad.- Madrid.
País.- España.

TEXTO DEL EVANGELIO

    Cuando se cumplieron los días de su purificación, según la ley de Moisés, lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo varón primogénito será consagrado al Señor», y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones». Había entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo estaba con él. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo. Y cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo acostumbrado según la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: 

    «Ahora, Señor, según tu promesa, 
 puedes dejar a tu siervo irse en paz. 
Porque mis ojos han visto a tu Salvador, 
a quien has presentado ante todos los pueblos: 
luz para alumbrar a las naciones 
y gloria de tu pueblo Israel». 

    Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: 

    «Este ha sido puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; y será como un signo de contradicción —y a ti misma una espada te traspasará el alma—, para que se pongan de manifiesto los pensamientos de muchos corazones». 

    Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, ya muy avanzada en años. De joven había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones noche y día. 

Lucas 2, 22 - 37

MEDITACIÓN DEL SANTO PADRE SAN JUAN XXIII

    La vida de Jesús, todavía en los brazos maternos, se abre al contacto de los dos Testamentos. Luz y revelación de las gentes, esplendor del pueblo elegido. San José debe estar presente y participar también él en el rito de las ofrendas legales prescritas.

    Aquel episodio se perpetúa en la Iglesia; y en el acto de repetir el Ave María es hermoso observar las hermosísimas esperanzas del perenne reflorecimiento de las promesas del sacerdocio y de los cooperadores y de las cooperadoras en gran número al reino de Dios; jóvenes alumnos de los seminarios, de las casas religiosas, de los estudiantados misioneros, incluso de las universidades católicas y de otras formas de un futuro apostolado de los seglares cuyo expandirse, a pesar de las dificultades y de las oposiciones de la hora presente e incluso en diversas naciones muy atribuladas por la persecución, no cesa de ser espectáculo consolador hasta el punto de arrancar palabras de admiración y de alegría.

    «Luz y revelación de las gentes» (Lucas 2, 32), gloria del pueblo elegido.

ORACIÓN FINAL DEL MISTERIO

Dios todopoderoso y eterno, 
rogamos humildemente a tu majestad
 que, así como tu Hijo Unigénito 
ha sido presentado en el templo
 en la realidad de nuestra carne, 
nos concedas, de igual modo, 
ser presentados ante ti con el alma limpia. 

viernes, 4 de octubre de 2024

TERCER MISTERIO GOZOSO. EL NACIMIENTO DEL NIÑO JESÚS MEDITADO JUNTO AL PAPA JUAN XXIII


LA NATIVIDAD

Autor.- Bernardino Butinone
Fecha de ejecución.- Bernardino Butinone realiza esta obra en el año 1493
Técnica.- Temple y óleo sobre tabla.
Medida.- 46 x 97 cm,
Lugar donde se encuentra.- Museo Nacional Thyssen - Bornemisza.
Localidad.- Madrid.
País.- España.

TEXTO DEL EVANGELIO

    Sucedió en aquellos días que salió un decreto del emperador Augusto, ordenando que se empadronase todo el Imperio. Este primer empadronamiento se hizo siendo Cirino gobernador de Siria. Y todos iban a empadronarse, cada cual a su ciudad. También José, por ser de la casa y familia de David, subió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, que se llama Belén, en Judea, para empadronarse con su esposa María, que estaba encinta.  Y sucedió que, mientras estaban allí, le llegó a ella el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada.

Lucas 2, 1 - 7

MEDITACIÓN DEL SANTO PADRE SAN JUAN XXIII

    En el momento justo, según las leyes de la naturaleza humana asunta, el Verbo de Dios hecho hombre sale del tabernáculo santo que es el seno inmaculado de María. Su primera aparición en el mundo está en un pesebre donde las bestias se alimentan de heno; todo en derredor es silencio, pobreza, sencillez, inocencia. Se oyen voces de ángeles que anuncian en el cielo la paz que el  recién nacido trae al universo. Los primeros adoradores son María, la Madre y José, el padre putativo; después, los humildes pastores invitados por voces angélicas, descienden de la colina. Más tarde llegará una caravana de gente ilustre precedida, desde lejos, por una estrella y

    Ofrecerá dones preciosos llenos de significado.

    Pero entre tanto todo adquiere en aquella noche de Belén lenguaje de universalidad.

    Sobre este tercer misterio, que obliga a que toda rodilla se doble ante la cruz, hay quien gusta de contemplar los ojitos sonrientes del divino infante en actitud de mirar a todos los pueblos de la tierra que pasan, uno después de otro, como en revista ante Él y a los que Él identifica: hebreos, romanos, griegas, chinos, pueblos de África y de todas las regiones del universo y de todas las épocas de la historia, pasadas, presentes y futuras.

    Para otros, cambio, durante las diez Ave Marías de este misterio del nacimiento de Jesús les gusta encomendar a Él el número sin número de los niños de todas las razas humanas que durante las últimas veinticuatro horas del día y de la noche precedente van naciendo. Todos estos niños, bautizados o no, pertenecen a Jesús de Belén y a la continuación de su dominio de luz y de paz.

ORACIÓN FINAL DEL MISTERIO

Dios todopoderoso,
envueltos con la nueva luz de tu Verbo hecho carne,
Te pedimos que resplandezca en nuestras obras
lo que por la fe brilla en nuestro espíritu.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los siglos de los siglos.

PRIMER MISTERIO LUMINOSO. EL BAUTISMO DE JESÚS EN EL RÍO JORDÁN

BAUTISMO DE CRISTO Autor.- Francisco de Goya y Lucientes. Fecha de ejecución.- Goya trabaja en esta obra entre el año 1775 y el año 1780 Téc...