lunes, 24 de febrero de 2025

PRIMER MISTERIO DOLOROSO. LA ORACIÓN DE JESÚS EN EL HUERTO DE GETSEMANÍ


LA ORACIÓN EN EL HUERTO

Autor.- Doménikos Theotokópoulos, quien pasará a la historia del Arte como el Greco.
Fecha de ejecución.- El Greco realiza esta obra en el año 1607
Técnica.- Óleo sobre lienzo.
Medida.- 169 x 112 cm.
Lugar donde se encuentra.- Iglesia de Santa María la Mayor.
Localidad.- Andújar (Jaén)
País.- España.

TEXTO DEL EVANGELIO

    Salió y se encaminó, como de costumbre, al monte de los Olivos, y lo siguieron los discípulos. Al llegar al sitio, les dijo: 

    «Orad, para no caer en tentación». 

    Y se apartó de ellos como a un tiro de piedra y, arrodillado, oraba  diciendo: 

    «Padre, si quieres, aparta de mí este cáliz; pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya». 

    Y se le apareció un ángel del cielo, que lo confortaba. En medio de su angustia, oraba con más intensidad. Y le entró un sudor que caía hasta el suelo como si fueran gotas espesas de sangre. Y, levantándose de la oración, fue hacia sus discípulos, los encontró dormidos por la tristeza, y les dijo:

     «¿Por qué dormís? Levantaos y orad, para no caer en tentación». 

Lucas 22, 39- 47

MEDITACIÓN DEL SANTO PADRE SAN JUAN PABLO II

    El itinerario meditativo se abre con Getsemaní, donde Cristo vive un momento particularmente angustioso frente a la voluntad del Padre, contra la cual la debilidad de la carne se sentiría inclinada a rebelarse. Allí, Cristo se pone en lugar de todas las tentaciones de la humanidad y frente a todos los pecados de los hombres, para decirle al Padre: «no se haga mi voluntad, sino la tuya» (Lc 22, 42 par.). Este «sí» suyo cambia el «no» de los progenitores en el Edén. Y cuánto le costaría esta adhesión a la voluntad del Padre se muestra en los misterios siguientes.

San Juan Pablo II. Rosarium Virginis Mariae. 22

ORACIÓN FINAL DEL MISTERIO

Jesús, hermano nuestro,
que para abrir a todos los hombres el camino de la Pascua
has querido experimentar la tentación y el miedo,
enséñanos a refugianos en ti,
y a repetir tus palabras de abandono y entrega a la voluntad del Padre,
que en Getsemaní han alcanzado la salvación del universo.
Haz que el mundo conozca
a través de tus discípulos el poder de tu amor sin límites (cf. Jn 13,1),
del amor que consiste en dar la vida por los amigos (cf. Jn 15,13).

sábado, 15 de febrero de 2025

QUINTO MISTERIO DOLOROSO. LA CRUCIFIXIÓN Y MUERTE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO


LA CRUCIFIXIÓN

Autor.- En la actualidad se desconoce el autor de esta pintura, atribuyéndose a un Maestro de la Sala Capitula de Pomposa, del que se desconoce el nombre y que pudo trabajar en este lugar.
Fecha de ejecución.- Como ocurre con el autor, en la actualidad se desconoce la fecha exacta en la que fue realizada esta obra, pudiéndose datar como una obra pintada hacía el año 1320
Técnica.- Temple y oro sobre tabla.
Medida.- 29 x 20,5 cm.
Lugar donde se encuentra.- Museo Nacional Thyssen Bornmisza
Localidad.- Madrid.
País.- España.

TEXTO DEL EVANGELIO

    Era ya como la hora sexta, y vinieron las tinieblas sobre toda la tierra, hasta la hora nona, porque se oscureció el sol. El velo del templo se rasgó por medio. Y Jesús, clamando con voz potente, dijo:

    «Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu». 

    Y, dicho esto, expiró.

Lucas 23, 44 - 46 

MEDITACIÓN DEL SANTO PADRE SAN JUAN XXIII

    Vita et mors duello conflixere mirando (Misal Romano, Secuencia de la Misa de Pascua): vida y muerte representan los dos puntos preciosos y orientadores del sacrificio de Cristo; desde la sonrisa de Belén que quiere abrirse a todos los hijos de los hombres en su primera aparición en la tierra, hasta el suspiro final que recoge todos los dolores para santificarlos, todos los pecados para borrarlos. Y María está junto a la cruz, como estaba junto al Niño de Belén. Recemos a esta piadosa Madre a fin de que ella misma ruegue por nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte.

    Aquí está alumbrado también el gran misterio de aquellos que no sabrán nunca –qué inmensa tristeza–  de la Sangre que el Hijo de Dios derramó también por ellos; el misterio de los pecadores obstinados, de los incrédulos, de aquellos que recibieron y reciben, y luego la rechazan, la luz del Evangelio. Y la oración se dilata en un ansia de justa reparación, en un horizonte de amplitud misionera porque la Sangre Preciosísima, derramada por todos los hombres, proporcione a todos la salvación y la conversión: la sangre de Cristo, prenda de vida eterna.   

ORACIÓN FINAL DEL MISTERIO 

Señor Jesús,
que has muerto en la cruz por nosotros,
acoge nuestra vida
que se une a la tuya
 como una ofrenda perenne y definitiva.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

martes, 4 de febrero de 2025

QUINTO MISTERIO GOZOSO. EL NIÑO JESÚS PERDIDO Y HAYADO EN EL TEMPLO


JESÚS DISPUNTANDO CON LOS DOCTORES EN EL TEMPLO

Autor.- Esta obra salió de las manos de Juan de Valdés Léal.
Fecha de ejecución.- Valdés Leal realiza esta obra en el año 1661
Técnica.- Óleo sobre lienzo.
Medida.- 107 x 80 cm.
Lugar donde se encuentra.- Museo de Bellas Artes.
Localidad.- Sevilla.
País.- España.

TEXTO DEL EVANGELIO

    Sus padres solían ir cada año a Jerusalén por la fiesta de la Pascua. Cuando cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres. Estos, creyendo que estaba en la caravana, anduvieron el camino de un día y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén buscándolo. Y sucedió que, a los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba. Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre: 

    «Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Tu padre y yo te buscábamos angustiados». 

    Él les contestó: 

    «¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre?». 

    Pero ellos no comprendieron lo que les dijo.

Lucas 2, 41 - 51

MEDITACIÓN DE SAN JUAN PABLO II

    Después del encuentro en el templo, a la pregunta de la Madre: « ¿por qué has hecho esto? », Jesús, que tenía doce años, responde « ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre? », y el evangelista añade: « Pero ellos (José y María) no comprendieron la respuesta que les dio » (Lc 2, 48-50) Por lo tanto, Jesús tenía conciencia de que « nadie conoce bien al Hijo sino el Padre » (cf. Mt 11, 27), tanto que aun aquella, a la cual había sido revelado más profundamente el misterio de su filiación divina, su Madre, vivía en la intimidad con este misterio sólo por medio de la fe. Hallándose al lado del hijo, bajo un mismo techo y « manteniendo fielmente la unión con su Hijo », « avanzaba en la peregrinación de la fe »,como subraya el Concilio. Y así sucedió a lo largo de la vida pública de Cristo (cf. Mc 3, 21,35); de donde, día tras día, se cumplía en ella la bendición pronunciada por Isabel en la visitación: « Feliz la que ha creído ».

San Juan Pablo II. Carta Encíclica Redemptoris Mater 17

ORACIÓN FINAL DEL MISTERIO

¡Oh, Dios! Que por el misterio de tu Hijo 
perdido y hallado en el templo 
has querido despertar en nosotros 
el deseo de la buscar a Jesús 
en nuestras vidas, 
concédenos no cejar nunca en ésta 
para merecer encontrarnos 
con Él y con María, cada día en la Tierra y,
 al final, en la Gloria del Cielo

PRIMER MISTERIO LUMINOSO. EL BAUTISMO DE JESÚS EN EL RÍO JORDÁN

BAUTISMO DE CRISTO Autor.- Francisco de Goya y Lucientes. Fecha de ejecución.- Goya trabaja en esta obra entre el año 1775 y el año 1780 Téc...