miércoles, 13 de agosto de 2025

PRIMER MISTERIO LUMINOSO. EL BAUTISMO DE JESÚS EN EL RÍO JORDÁN


BAUTISMO DE CRISTO

Autor.- Francisco de Goya y Lucientes.
Fecha de ejecución.- Goya trabaja en esta obra entre el año 1775 y el año 1780
Técnica.- Óleo sobre lienzo.
Medida.- 45 x 39 cm.
Lugar donde se encuentra.- Colección particular.

TEXTO DEL EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO

    Entonces viene Jesús desde Galilea al Jordán y se presenta a Juan para que lo bautice. Pero Juan intentaba disuadirlo diciéndole: 

    «Soy yo el que necesito que tú me bautices, ¿y tú acudes a mí?». 

    Jesús le contestó: 

    «Déjalo ahora. Conviene que así cumplamos toda justicia». 

    Entonces Juan se lo permitió. Apenas se bautizó Jesús, salió del agua; se abrieron los cielos y vio que el Espíritu de Dios bajaba como una paloma y se posaba sobre él. Y vino una voz de los cielos que decía: 

    «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco».

Mateo 3, 13 - 17

MEDITACIÓN DEL SANTO PADRE SAN JUAN PABLO II

    Jesucristo: Hijo que se ha hecho Siervo. El bautismo en el Jordán lo confirma plenamente: Jesús se presenta a Juan para hacerse bautizar pero éste trata de impedírselo diciendo: "Soy yo el que necesito que tú me bautices, ¿y tú acudes a mí? (Mt 3, 14). Como si quisiera decir: "Precisamente tú que eres el autor de la gracia salvífica, y Señor de nuestra salvación". Jesús, sin embargo, responde: "Déjalo ahora. Está bien que cumplamos así todo lo que Dios quiere" (Mt 3, 15). Jesús recibe el bautismo de Juan: el bautismo de penitencia. De este modo se manifiesta a Sí mismo como Siervo de nuestra redención. Viene como Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo (cf. Jn 1, 29. 36). Lleva en Sí la voluntad de la obediencia al Padre hasta la muerte. Viene como Aquel que "no quebrará la caña cascada ni apagará el pabilo vacilante" (Is 42, 3).

San Juan Pablo II. Ángelus 13 de enero de 1985

ORACIÓN FINAL DEL MISTERIO

DIOS todopoderoso y eterno,
que en el bautismo de Cristo, en el Jordán,
al enviar sobre él tu Espíritu Santo,
quisiste revelar solemnemente a tu Hijo amado,
concede a tus hijos de adopción,
renacidos del agua y del Espíritu Santo,
perseverar siempre en tu benevolencia.
Por nuestro Señor Jesucristo.

viernes, 1 de agosto de 2025

QUINTO MISTERIO GLORIOSO. LA CORONACIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA, COMO REINA Y MADRE DE TODO LO CREADO EN EL CIELO Y LA TIERRA


LA CORONACIÓN DE LA VIRGEN

Autor.- Diego Rodríguez de Silva y Velázquez.
Fecha de ejecución.- Velázquez realiza esta obra entre el año 1635 y el año 1636
Técnica.- Óleo sobre lienzo.
Medida.- 178,5 x 134,5 cm.
Lugar donde se encuentra.- Museo Nacional del Prado.
Localidad.- Madrid.
País.- España.

TEXTO DEL LIBRO DEL APOCALIPSIS

    Un gran signo apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, y la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza.

Libro del Apocalipsis 12, 1 

MEDITACIÓN DEL SANTO PADRE SAN JUAN XXIII

    Es la síntesis de todo el Rosario, que se cierra así en la alegría y en al gloria.

    Esa gran misión que se abrió con la anunciación del ángel, como un único flujo de fuego y de luz, ha ido pasando a través de cada uno de los misterios: el plan eterno de Dios para nuestra salvación, que está representado en tantos cuadros, nos ha acompañado hasta aquí y ahora nos reúne con Dios en el esplendor de los cielos.

    La reflexión ha de recaer sobre nosotros mismos; sobre nuestra vocación por la que un día seremos asociados a los ángeles y a los santos y cuyas gracias santificantes anticipa ya desde esta vida la realidad misteriosa y consoladora; ¡oh qué delicia, oh qué gloria! Somos "conciudadanos de los santos y de la familia de Dios; edificados sobre el fundamento de los apóstoles y de los profetas, siendo piedra angular el mismo Cristo Jesús" 

    La intención en este misterio es orar por la perseverancia final y por la paz sobre la tierra, que abre las puertas de la eternidad bienaventurada.

ORACIÓN FINAL DEL MISTERIO

Dios todopoderoso,
que nos has dado como Madre y como Reina
a la Madre de tu Unigénito,
concédenos que, protegidos por su intercesión,
alcancemos la gloria de tus hijos en el reino de los cielos.
Por nuestro Señor Jesucristo.

martes, 1 de julio de 2025

CUARTO MISTERIO GLORIOSO. LA ASUNCIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA EN CUERPO Y ALMA A LOS CIELOS.


LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA

Autor.- Tiziano Vecellio di Gregorio, quien será conocido en el mundo del Arte y en su historia como Tiziano.
Fecha de ejecución.- Tiziano realiza esta obra entre el año 1516 y el año 1518
Técnica.- Óleo sobre tabla.
Medida.- 690 x 360 cm.
Lugar donde se encuentra.- Basílica de Santa María del Frari.
Localidad.- Venecia.
País.- Italia.

TEXTO DE LA BULA PONTIFICIA PROCLAMANDO EL DOGMA DE LA ASUCIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA A LOS CIELOS

    De tal modo, la Augusta Madre de Dios, misteriosamente unida a Jesucristo desde toda la eternidad con un mismo decreto, de predestinación, inmaculada en su Concepción, Virgen sin mancha en su divina maternidad, generosa socia del divino Redentor, que obtuvo un pleno triunfo sobre el pecado y sobre sus consecuencias, al fin como supremo coronamiento de sus privilegios, fue preservada de la corrupción del sepulcro, y vencida la muerte, como antes su Hijo, fue elevada en alma y cuerpo a la gloria del Cielo, donde resplandece como Reina a la diestra de su Hijo, Rey inmortal de los siglos

Bula munificentissimus deus del santo Padre Pio XII. 

MEDITACIÓN DEL SANTO PADRE SAN JUAN XXIII

    La imagen soberana de María se ilumina e irradia en la suprema exaltación que puede alcanzar una criatura. ¡Qué bella escena de gracia, dulzura, solemnidad, la dormición de María, tal como los cristianos de Oriente la contemplan! Recostada en el plácido sueño de la muerte, Jesús está junto a ella, y la retiene en su corazón, como si el alma de María fuese un niño, para indicar el prodigio de la inmediata resurrección y glorificación.

    Los cristianos de Occidente prefieren seguir, levantando los ojos y el corazón, la asunción de María en cuerpo y alma hacia los reinos eternos. Así la han visto y representado los artistas más insignes, belleza divina incomparable. Sigámosla así, dejándonos llevar entre la angélica procesión.

    Motivo de consuelo y de confianza de los días de dolor para aquellas almas privilegiadas -y todos los podemos ser- que Dios prepara en silencio para el triunfo más bello, el triunfo del altar.

    El misterio de la Asunción nos familiariza con el pensamiento de la muerte, de nuestra muerte, en una luz de plácido abandono en el Señor; nos familiariza y reconcilia con la idea de que el Señor estará, como queremos que esté, cerca en nuestra agonía para recoger entre sus manos nuestra alma inmortal.

    Gratia tua nobis tecum, Virgo Immaculata.

ORACIÓN FINAL DEL MISTERIO

Dios todopoderoso y eterno, 
que has elevado en cuerpo y alma 
a los cielos a la inmaculada Virgen María, 
Madre de tu Hijo, 
concédenos que, tendiendo siempre 
hacia los bienes celestiales, 
merezcamos participar con ella de la gloria del cielo. 
Por Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro, 
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, 
y es Dios, por los siglos de los siglos. 

domingo, 1 de junio de 2025

TERCER MISTERIO GLORIOSO. LA VENIDA DEL ESPÍRITU SANTO SOBRE EL COLEGIO APÓSTOLICO, REUNIDO JUNTO A MARÍA EN PENTECOSTÉS


LA VENIDA DEL ESPÍRITU SANTO

Autor.- Esta obra fue realizada pro José Antolínez.
Fecha de ejecución.- En la actualidad, se desconoce la fecha exacta, en la que José Antolínez realiza esta obra, datándose como una obra realizada antes del año 1673.
Técnica.- Óleo sobre lienzo.
Medida.- 186,3 x 229,5 cm.
Lugar donde se encuentra.- Museo de las Bellas Artes de Bilbao.
Localidad.- Bilbao.
País.- España.

TEXTO DEL LIBRO DEL HERCHO DE LOS APOSTÓLES

    Entonces se volvieron a Jerusalén, desde el monte que llaman de los Olivos, que dista de Jerusalén lo que se permite caminar en sábado. Cuando llegaron, subieron a la sala superior, donde se alojaban: Pedro y Juan y Santiago y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Santiago el de Alfeo y Simón el Zelotes y Judas el de Santiago. Todos ellos perseveraban unánimes en la oración, junto con algunas mujeres y María, la madre de Jesús, y con sus hermanos. Al cumplirse el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. De repente, se produjo desde el cielo un estruendo, como de viento que soplaba fuertemente, y llenó toda la casa donde se encontraban sentados. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se dividían, posándose encima de cada uno de ellos. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía manifestarse. 

Libro de los Hechos de los Apóstoles 1, 12 - 14. 2, 1 - 4

MEDITACIÓN DEL SANTO PADRE SAN JUAN XXIII

    Los apóstoles en la última cena recibieron la promesa del Espíritu, luego en el cenáculo, reunidos en torno a María, lo reciben como don supremo de Cristo. ¿Qué es su Espíritu? Es el Consolador y Abogado. Con la venida y difusión del Espíritu Santo la herencia de Cristo, todavía trepidante y ansiosa, recibe el sello de la catolicidad que la dilata a todos los confines. El Espíritu Santo continúa sus efusiones sobre la Iglesia todos los días; los siglos y los pueblos le pertenecen. Sus triunfos no están siempre a la vista, pero de hecho están llenos de sorpresas y de maravillas.

    Las avemarías del misterio que meditamos miran hacia una particular intención, en este año de fervor en el que toda la Iglesia Santa, que es peregrina en el mundo, se dispone y prepara para Concilio Ecuménico. El Concilio ha de ser como un nuevo Pentecostés de fe, de apostolado, de gracias extraordinarias, para la prosperidad de los hombres, para la paz del mundo entero. María, la Madre de Jesús y dulcísima Madre nuestra, estaba con los Apóstoles en el Cenáculo de Pentecostés. Permanezcamos durante este año más cerca de ella, en el Rosario. Nuestras oraciones unidas a las suyas renovarán el antiguo prodigio; y será como el nacimiento de un nuevo día, un alba intensa de la Iglesia católica, santa y cada vez más santa, católica y cada vez más católica, en los tiempos modernos.

ORACIÓN FINAL DEL MISTERIO

Señor, Dios nuestro,  
que colmaste de los dones del Espíritu Santo  
a la Virgen María en oración con los apóstoles,  
concédenos, por su intercesión  
perseverar en la oración en común,  
llenos del mismo Espíritu,  
y llevar a nuestros hermanos  
el Evangelio de la salvación.  
Por Jesucristo nuestro Señor.

jueves, 22 de mayo de 2025

SEGUNDO MISTERIO GLORIOSO. LA ASCENSIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO A LOS CIELOS


LA ASCENSIÓN

Autor.- Esta obra salió de los pinceles de Juan de Flandes.
Fecha de ejecución.- Juan de Flandes realiza esta obra entre el año 1514 y el año 1519
Técnica.- Oleo sobre madera.
Medida.- 110 x 84 cm.
Lugar donde se encuentra.- Museo Nacional del Prado.
Localidad.- Madrid.
País.- España.

TEXTO DEL LIBRO DE LOS APÓSTOLES

    Entonces se volvieron a Jerusalén, desde el monte que llaman de los Olivos, que dista de Jerusalén lo que se permite caminar en sábado. Cuando llegaron, subieron a la sala superior, donde se alojaban: Pedro y Juan y Santiago y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Santiago el de Alfeo y Simón el Zelotes y Judas el de Santiago. Todos ellos perseveraban unánimes en la oración, junto con algunas mujeres y María, la madre de Jesús, y con sus hermanos. Al cumplirse el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. De repente, se produjo desde el cielo un estruendo, como de viento que soplaba fuertemente, y llenó toda la casa donde se encontraban sentados. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se dividían, posándose encima de cada uno de ellos. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía manifestarse.

Hechos 1, 12 - 14. 2, 1 - 4 

MEDITACIÓN DEL SANTO PADRE SAN JUAN XXIII

    En este cuadro contemplamos la consumación de las promesas de Jesús. Es su respuesta a nuestro anhelo del cielo; y el retorno definitivo al Padre, de quien procede y vino al mundo, es seguridad para todos nosotros a quienes ha prometido un puesto allá arriba: vado parare vobis locum (Juan 14, 2).

    Este misterio se ofrece ante todo como luz y advertencia para las almas en orden a la vocación de cada uno. Está bosquejando el movimiento espiritual que llega a la santificación, el anhelo de continuas ascensiones que preparan el alma a la «medida de la plenitud de Cristo» (Ef 4, 13); en tal esfuerzo de perfección están comprendidos los sacerdotes, los religiosos y las religiosas, misioneros y misioneras, seglares distinguidísimos, almas que quieren ser buen perfume de Cristo (cf. 2Cor 2, 15) y viven ya en una transmisión de vida celestial.

    La enseñanza de esta decena es una exhortación a no dejarse distraer por aquello que apesadumbra, sino abandonarse a la voluntad del Señor que nos conduce en alto. Los brazos de Jesús, en la hora de su regreso al padre, ascendiendo al cielo, se abren en un gesto de bendición sobre los primeros apóstoles, sobre todos los que, tras sus huellas, siguen creyendo en él, y tienen en su corazón un plácida y serena seguridad del encuentro último con él y con todos los salvados, en la felicidad eterna.

ORACIÓN FINAL DEL MISTERIO

Concédenos, Dios todopoderoso, 
exultar de gozo y darte gracias
 en esta liturgia de alabanza, 
porque la ascensión de Jesucristo, tu Hijo, 
es ya nuestra victoria, 
y donde nos ha precedido él, 
que es nuestra cabeza, 
esperamos llegar también nosotros, 
como miembros de su cuerpo. 

domingo, 4 de mayo de 2025

PRIMER MISTERIO GLORIOSO. LA GLORIOSA RESURRECCIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO


LA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR

Autor.- Bartolomé Esteban Murillo.
Fecha de ejecución.- Murillo trabaja en esta obra entre el año 1650 y el año 1660
Técnica.- Óleo sobre lienzo.
Medida.- 243 x 164 cm.
Lugar donde se encuentra.- Real Academia de las Bellas Artes de San Fernando.
Localidad.- Madrid.
País.- España.

TEXTO DEL EVANGELIO

    Pasado el sábado, al alborear el primer día de la semana, fueron María la Magdalena y la otra María a ver el sepulcro. Y de pronto tembló fuertemente la tierra, pues un ángel del Señor, bajando del cielo y acercándose, corrió la piedra y se sentó encima. Su aspecto era de relámpago y su vestido blanco como la nieve; los centinelas temblaron de miedo y quedaron como muertos. El ángel habló a las mujeres:

    «Vosotras no temáis, ya sé que buscáis a Jesús el crucificado. No está aquí: ¡ha resucitado!, como había dicho. Venid a ver el sitio donde yacía 7e id aprisa a decir a sus discípulos: “Ha resucitado de entre los muertos y va por delante de vosotros a Galilea. Allí lo veréis”. Mirad, os lo he anunciado».

Mateo 28, 1 - 7

MEDITACIÓN DEL SANTO PADRE SAN JUAN XXIII

    Es el misterio de la muerte dominada y vencida; desde la muerte a los esplendores de la victoria y de la gloria. Nos enseña el más grande triunfo de Cristo; y a la vez contiene la seguridad del triunfo de la Santa Iglesia Católica más allá de las adversidades y de las persecuciones de la historia del pasado y las del futuro. Cristo vence, reina, impera. Viene bien recordar que la primera aparición de Cristo resucitado fue para las piadosas mujeres que estuvieron muy cerca de él en su vida y en sus sufrimientos hasta el Calvario.

    En estos esplendores del misterio la mirada de nuestra fe contempla, unidas a Jesús Resucitado, a las almas más queridas, aquellas con quien hemos gozado de familiaridad y compartido las penas. ¡Cómo se aviva a la luz de la resurrección de Jesús el recuerdo de nuestros muertos! Estos son recordados y bendecidos en el sacrificio del Señor crucificado y resucitado, participan aún de nuestra vida mejor, que es la oración y es Jesús.

    Por algo la liturgia oriental concluye el rito fúnebre con el aleluya para todos los muertos. Para ellos invocamos la luz de los eternos tabernáculos, mientras el pensamiento vuela también a la resurrección que espera a nuestros mortales despojos: et exspecto resurrectionem mortuorum. Esperar y confiar en la suavísima promesa de que la resurrección de Jesús es prenda segura, esto es pregustar el cielo.

ORACIÓN FINAL DEL MISTERIO

 Oh, Dios, que en este día, vencida la muerte, 
nos has abierto las puertas de la eternidad
 por medio de tu Unigénito, 
concede, a quienes celebramos la resurrección del Señor, 
que, renovados por tu Espíritu, 
resucitemos la luz de la vida. 
 

viernes, 28 de marzo de 2025

QUINTO MISTERIO DOLOROSO. LA CRUCIFIXIÓN Y MUERTE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO


CRISTO CRUCIFICADO

Autor.- Esta imagen del Señor fue realizado por Francisco de Goya y Lucientes.
Fecha de ejecución.- Goya realiza este Crucificado en el año 1780
Técnica.- Óleo sobre lienzo.
Medida.- 255 x 154 cm.
Lugar donde se encuentra.- Museo Nacional del Prado.
Localidad.- Madrid.
País.- España.

TEXTO DEL EVANGELIO

 Era ya como la hora sexta, y vinieron las tinieblas sobre toda la tierra, hasta la hora nona, porque se oscureció el sol. El velo del templo se rasgó por medio. Y Jesús, clamando con voz potente, dijo:

    «Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu». Y, dicho esto, expiró.

Lucas 23, 44 - 46

MEDITACIÓN DEL SANTO PADRE SAN JUAN PABLO II

    Nunca como en la hora de su muerte, la hora más importante en la historia de la humanidad, Jesús ha estado más cerca de nosotros. Como uno de nosotros, en el momento final, Jesús se ve impotente y lleno de angustia. Nos morimos solos. Los clavos traspasan su carne, pero sobre todo su espíritu. ¿Quizás el Padre lo ha abandonado? Sufre por el dolor de su Madre, escogida para dar la vida a un Hijo que verá morir. Sin embargo Jesús, en el amor y en la obediencia, acepta el proyecto del Padre. Sabe que sin el don de su vida nuestra muerte sería sin esperanza; las tinieblas de la desesperación no se convertirían en luz; el dolor no desembocaría en el consuelo, en la esperanza de la eternidad.

San Juan Pablo II. Meditaciones para el Vía Crucis del Coliseo del año 2000

ORACIÓN FINAL DEL MISTERIO

Señor Jesús,
que has muerto en la cruz por nosotros,
acoge nuestra vida
que se une a la tuya
 como una ofrenda perenne y definitiva.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

sábado, 22 de marzo de 2025

CUARTO MISTERIO DOLOROSO. JESÚS CON LA CRUZ CAMINO DEL CALVARIO


CRISTO ABRAZADO A LA CRUZ

Autor.- Doménikos Theotokópoulos, quien pasará a la historia del Arte como El Greco.
Fecha de ejecución.- El Greco trabaja en esta obra entre el año 1600 y el año 1605
Técnica.- Óleo sobre lienzo.
Medida.- 108 x 78 cm.
Lugar donde se encuentra.- Museo Nacional del Prado.
Localidad.- Madrid.
País.- España.

TEXTO DEL EVANGELIO

Entonces se lo entregó para que lo crucificaran. Tomaron a Jesús, y, cargando él mismo con la cruz, salió al sitio llamado «de la Calavera» (que en hebreo se dice Gólgota), donde lo crucificaron.

Juan 19, 16 - 18

MEDITACIÓN DEL SANTO PADRE SAN JUAN PABLO II

La cruz. Instrumento de una muerte infame. No era lícito condenar a la muerte en cruz a un ciudadano romano: era demasiado humillante. Pero el momento en que Jesús de Nazaret cargó con la cruz para llevarla al Calvario marcó un cambio en la historia de la cruz. De ser signo de muerte infame, reservada a las personas de baja categoría, se convierte en llave maestra. Con su ayuda, de ahora en adelante, el hombre abrirá la puerta de las profundidades del misterio de Dios.Por medio de Cristo, que acepta la cruz, instrumento del propio despojo, los hombres sabrán que Dios es amor. Amor inconmensurable: "Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna" (Jn 3, 16). Esta verdad sobre Dios se ha revelado a través de la cruz. ¿No podía revelarse de otro modo? Tal vez sí. Sin embargo, Dios ha elegido la cruz. El Padre ha elegido la cruz para su Hijo, y el Hijo la ha cargado sobre sus hombros, la ha llevado hasta al monte Calvario y en ella ha ofrecido su vida.

San Juan Pablo II. Meditaciones para el Vía Crucis del Coliseo del año 2000

ORACIÓN FINAL DEL MISTERIO

Señor, Padre bueno, que nos has enviado a Jesús,
obediente hasta la muerte,
concédenos la fuerza de tu amor
para tomar con valor nuestra cruz.
Concédenos tu esperanza y sabremos reconocerte
incluso en los momentos más oscuros de nuestra vida.
Por Cristo nuestro Señor. Amén.

sábado, 15 de marzo de 2025

TERCER MISTERIO DOLOROSO. LA CORONACIÓN DE ESPINAS DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO


LA CORONACIÓN DE ESPINAS

Autor.- Michelangelo Merisi da Caravaggio, quien pasará a la historia del Arte, como Caravaggio.
Fecha de ejecución.- Caravaggio realiza esta obra en el año 1604
Técnica.- Óleo sobre lienzo.
Medida.- 178 x 125 cm.
Lugar donde se encuentra.- Palacio degli Alberti.
Localidad.- Prato.
País.- Italia.

TEXTO DEL EVANGELIO

    Los soldados trenzaron una corona de espinas, se la pusieron en la cabeza y le echaron por encima un manto color púrpura; y, acercándose a él, le decían: 

    «¡Salve, rey de los judíos!». 

    Y le daban bofetadas.

Juan 19, 2 - 3

MEDITACIÓN DEL SANTO PADRE SAN JUAN PABLO II

    Estamos ante una imagen de dolor, que evoca todas las locuras homicidas, todos los sadismos de la historia. También Jesús ha querido estar en manos de la maldad, a menudo dramáticamente cruel, de los hombres. Juan nos lleva a transformar nuestra contemplación en oración, adoradora y trepidante, ante el sufrimiento de Jesús, coronado de espinas: "Volvió ―escribe― a salir Pilato y les dijo: 'Mirad, os lo traigo fuera para que sepáis que no encuentro ningún delito en Él'. Salió entonces Jesús fuera llevando la corona de espinas y el manto de púrpura. Díceles Pilato: 'Aquí tenéis al hombre' " (Jn 19, 4-5). En realidad aquel Hombre es el Hijo de Dios que, mediante un sufrimiento inefable, lleva a cumplimiento el plan salvífico del Padre. Él se ha tomado tan en serio nuestros dramas que ha participado de ellos, los ha asumido, ha enriquecido su sentido, los ha transformado en una inesperada posibilidad de vida, de gracia, de comunión con Dios y, por tanto, de gloria. Desde ese día, toda generación humana está llamada a pronunciarse ante aquel "Hombre" coronado de espinas. Nadie puede permanecer neutral. Es necesario pronunciarse. Y no sólo con las palabras, sino con la vida. El cristiano acepta en su cabeza la corona de espinas cuando sabe mortificar sus arrogancias, su orgullo, las distintas formas de utilitarismo y hedonismo, que acaban destruyéndolo como persona y, a menudo, lo inducen a ser cruel con los demás.

ORACIÓN FINAL DEL MISTERIO

Concédenos Señor, que por los méritos 
de la Pasión de Cristo 
y de los dolores de la Virgen María
el Espíritu Santo, presente con plenitud en la Iglesia,
inunde con su amor
al mundo entero.

jueves, 6 de marzo de 2025

SEGUNDO MISTERIO DOLOROSO. LA FLAGELACIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO


CRISTO ATADO A LA COLUMNA

Autor.- Esta obra fue realizada por Cornelis Schut.
Fecha de ejecución.- En la actualidad se desconoce la fecha exacta en la que Cornelis Schut realiza esta obra, pudiéndose datar como una obra realizada hacía el año 1665.
Técnica.- Óleo sobre lienzo.
Medida.- 41,5 x 27,20 cm
Lugar donde se encuentra.- Museo Provincial de Lugo.
Localidad.- Lugo.
País.- España.

TEXTO DEL EVANGELIO

    Los soldados trenzaron una corona de espinas, se la pusieron en la cabeza y le echaron por encima un manto color púrpura; y, acercándose a él, le decían: 

    «¡Salve, rey de los judíos!». 

    Y le daban bofetadas.

Juan 19, 2 - 3 

MEDITACIÓN DEL SANTO PADRE SAN JUAN PABLO II

    La flagellatio romana, que realizaban algunos soldados provistos del flagellum o del flagrum ―tiras de cuero que llevaban al extremo unos nudos o cuerpos contundentes―, era el suplicio reservado a los esclavos y a los condenados a muerte. Sus efectos eran terribles: con frecuencia el que la sufría quedaba exánime bajo los golpes. Jesús no quiso ahorrarse ni siquiera este atroz sufrimiento: lo afrontó por nosotros. Al meditar este segundo misterio doloroso del rosario, nos sentimos invitados a hacernos discípulos de Jesús sufriente. Él rezó por nosotros incluso con su propio cuerpo, sometiéndolo a sufrimientos indecibles, adhiriéndose así al designio del Padre. Hizo don de Sí mismo al Padre y a los hombres, manifestándonos a todos la insondable miseria humana y la extraordinaria posibilidad de renovación y de salvación, que en Él se nos ha dado. A ejemplo de Jesús, también nosotros hemos de rezar con nuestro cuerpo. Esas opciones nuestras que implican comportamientos comprometidos y difíciles ―como la castidad según el estado de vida, el servicio de asistencia a los hermanos, y cualquier otra actividad físicamente fatigosa―, se convierten en oración y sacrificio que ofrecer a Dios en unión redentora con los "sufrimientos de Cristo" (Col 1, 24). Acojamos, pues, la "flagelación" que nos hace experimentar cada día la sobriedad personal y el ejercicio de la caridad cristiana. Ella es fruto y don del misterio doloroso de Jesús, que nos estimula, nos compromete, nos transforma interiormente.

SAN JUAN PABLO II. Angelus 19 de febrero de 1989. Plaza de San Pedro del Vaticano. Roma.

ORACIÓN FINAL DEL MISTERIO

Jesús; eres tú quien sigues reuniendo
 y santificando todos los sufrimientos: 
los de los enfermos, los de quienes mueren 
llenos de penalidades, l
os de todos los discriminados; 
pero los sufrimientos que destacan
 por encima de todos son los que se sufren por tu nombre.
Por los sufrimientos de los mártires, 
bendice a tu Iglesia; que su sangre sea semilla de nuevos cristianos.
 Creemos firmemente que sus sufrimientos, 
aunque en un principio puedan parecer una derrota completa, 
traerán la verdadera victoria a tu Iglesia. 
Señor, otorga la perseverancia a nuestros hermanos perseguidos.

lunes, 24 de febrero de 2025

PRIMER MISTERIO DOLOROSO. LA ORACIÓN DE JESÚS EN EL HUERTO DE GETSEMANÍ


LA ORACIÓN EN EL HUERTO

Autor.- Doménikos Theotokópoulos, quien pasará a la historia del Arte como el Greco.
Fecha de ejecución.- El Greco realiza esta obra en el año 1607
Técnica.- Óleo sobre lienzo.
Medida.- 169 x 112 cm.
Lugar donde se encuentra.- Iglesia de Santa María la Mayor.
Localidad.- Andújar (Jaén)
País.- España.

TEXTO DEL EVANGELIO

    Salió y se encaminó, como de costumbre, al monte de los Olivos, y lo siguieron los discípulos. Al llegar al sitio, les dijo: 

    «Orad, para no caer en tentación». 

    Y se apartó de ellos como a un tiro de piedra y, arrodillado, oraba  diciendo: 

    «Padre, si quieres, aparta de mí este cáliz; pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya». 

    Y se le apareció un ángel del cielo, que lo confortaba. En medio de su angustia, oraba con más intensidad. Y le entró un sudor que caía hasta el suelo como si fueran gotas espesas de sangre. Y, levantándose de la oración, fue hacia sus discípulos, los encontró dormidos por la tristeza, y les dijo:

     «¿Por qué dormís? Levantaos y orad, para no caer en tentación». 

Lucas 22, 39- 47

MEDITACIÓN DEL SANTO PADRE SAN JUAN PABLO II

    El itinerario meditativo se abre con Getsemaní, donde Cristo vive un momento particularmente angustioso frente a la voluntad del Padre, contra la cual la debilidad de la carne se sentiría inclinada a rebelarse. Allí, Cristo se pone en lugar de todas las tentaciones de la humanidad y frente a todos los pecados de los hombres, para decirle al Padre: «no se haga mi voluntad, sino la tuya» (Lc 22, 42 par.). Este «sí» suyo cambia el «no» de los progenitores en el Edén. Y cuánto le costaría esta adhesión a la voluntad del Padre se muestra en los misterios siguientes.

San Juan Pablo II. Rosarium Virginis Mariae. 22

ORACIÓN FINAL DEL MISTERIO

Jesús, hermano nuestro,
que para abrir a todos los hombres el camino de la Pascua
has querido experimentar la tentación y el miedo,
enséñanos a refugianos en ti,
y a repetir tus palabras de abandono y entrega a la voluntad del Padre,
que en Getsemaní han alcanzado la salvación del universo.
Haz que el mundo conozca
a través de tus discípulos el poder de tu amor sin límites (cf. Jn 13,1),
del amor que consiste en dar la vida por los amigos (cf. Jn 15,13).

sábado, 15 de febrero de 2025

QUINTO MISTERIO DOLOROSO. LA CRUCIFIXIÓN Y MUERTE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO


LA CRUCIFIXIÓN

Autor.- En la actualidad se desconoce el autor de esta pintura, atribuyéndose a un Maestro de la Sala Capitula de Pomposa, del que se desconoce el nombre y que pudo trabajar en este lugar.
Fecha de ejecución.- Como ocurre con el autor, en la actualidad se desconoce la fecha exacta en la que fue realizada esta obra, pudiéndose datar como una obra pintada hacía el año 1320
Técnica.- Temple y oro sobre tabla.
Medida.- 29 x 20,5 cm.
Lugar donde se encuentra.- Museo Nacional Thyssen Bornmisza
Localidad.- Madrid.
País.- España.

TEXTO DEL EVANGELIO

    Era ya como la hora sexta, y vinieron las tinieblas sobre toda la tierra, hasta la hora nona, porque se oscureció el sol. El velo del templo se rasgó por medio. Y Jesús, clamando con voz potente, dijo:

    «Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu». 

    Y, dicho esto, expiró.

Lucas 23, 44 - 46 

MEDITACIÓN DEL SANTO PADRE SAN JUAN XXIII

    Vita et mors duello conflixere mirando (Misal Romano, Secuencia de la Misa de Pascua): vida y muerte representan los dos puntos preciosos y orientadores del sacrificio de Cristo; desde la sonrisa de Belén que quiere abrirse a todos los hijos de los hombres en su primera aparición en la tierra, hasta el suspiro final que recoge todos los dolores para santificarlos, todos los pecados para borrarlos. Y María está junto a la cruz, como estaba junto al Niño de Belén. Recemos a esta piadosa Madre a fin de que ella misma ruegue por nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte.

    Aquí está alumbrado también el gran misterio de aquellos que no sabrán nunca –qué inmensa tristeza–  de la Sangre que el Hijo de Dios derramó también por ellos; el misterio de los pecadores obstinados, de los incrédulos, de aquellos que recibieron y reciben, y luego la rechazan, la luz del Evangelio. Y la oración se dilata en un ansia de justa reparación, en un horizonte de amplitud misionera porque la Sangre Preciosísima, derramada por todos los hombres, proporcione a todos la salvación y la conversión: la sangre de Cristo, prenda de vida eterna.   

ORACIÓN FINAL DEL MISTERIO 

Señor Jesús,
que has muerto en la cruz por nosotros,
acoge nuestra vida
que se une a la tuya
 como una ofrenda perenne y definitiva.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

martes, 4 de febrero de 2025

QUINTO MISTERIO GOZOSO. EL NIÑO JESÚS PERDIDO Y HAYADO EN EL TEMPLO


JESÚS DISPUNTANDO CON LOS DOCTORES EN EL TEMPLO

Autor.- Esta obra salió de las manos de Juan de Valdés Léal.
Fecha de ejecución.- Valdés Leal realiza esta obra en el año 1661
Técnica.- Óleo sobre lienzo.
Medida.- 107 x 80 cm.
Lugar donde se encuentra.- Museo de Bellas Artes.
Localidad.- Sevilla.
País.- España.

TEXTO DEL EVANGELIO

    Sus padres solían ir cada año a Jerusalén por la fiesta de la Pascua. Cuando cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres. Estos, creyendo que estaba en la caravana, anduvieron el camino de un día y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén buscándolo. Y sucedió que, a los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba. Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre: 

    «Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Tu padre y yo te buscábamos angustiados». 

    Él les contestó: 

    «¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre?». 

    Pero ellos no comprendieron lo que les dijo.

Lucas 2, 41 - 51

MEDITACIÓN DE SAN JUAN PABLO II

    Después del encuentro en el templo, a la pregunta de la Madre: « ¿por qué has hecho esto? », Jesús, que tenía doce años, responde « ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre? », y el evangelista añade: « Pero ellos (José y María) no comprendieron la respuesta que les dio » (Lc 2, 48-50) Por lo tanto, Jesús tenía conciencia de que « nadie conoce bien al Hijo sino el Padre » (cf. Mt 11, 27), tanto que aun aquella, a la cual había sido revelado más profundamente el misterio de su filiación divina, su Madre, vivía en la intimidad con este misterio sólo por medio de la fe. Hallándose al lado del hijo, bajo un mismo techo y « manteniendo fielmente la unión con su Hijo », « avanzaba en la peregrinación de la fe »,como subraya el Concilio. Y así sucedió a lo largo de la vida pública de Cristo (cf. Mc 3, 21,35); de donde, día tras día, se cumplía en ella la bendición pronunciada por Isabel en la visitación: « Feliz la que ha creído ».

San Juan Pablo II. Carta Encíclica Redemptoris Mater 17

ORACIÓN FINAL DEL MISTERIO

¡Oh, Dios! Que por el misterio de tu Hijo 
perdido y hallado en el templo 
has querido despertar en nosotros 
el deseo de la buscar a Jesús 
en nuestras vidas, 
concédenos no cejar nunca en ésta 
para merecer encontrarnos 
con Él y con María, cada día en la Tierra y,
 al final, en la Gloria del Cielo

sábado, 25 de enero de 2025

CUARTO MISTERIO GOZOSO. LA PRESENTACIÓN DEL NIÑO JESÚS EN EL TEMPLO Y LA PURIFACIÓN DE NUESTRA SEÑORA


LA PRESENTACIÓN DE JESÚS EN EL TEMPLO

Autor.- Esta obra fue realizada por Francisco Rizi.
Fecha de ejecución.- En la actualidad se desconoce la fecha exacta en la que Francisco Rizi realiza esta obra, pudiéndose datar como una obra realizada hacía el año 1663
Técnica.- Óleo sobre lienzo.
Medida.- 206 x 290 cm.
Lugar donde se encuentra.- Museo de Bellas Artes de La Coruña.
Localidad.- La Coruña.
País.- España.

TEXTO DEL EVANGELIO

    Cuando se cumplieron los días de su purificación, según la ley de Moisés, lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo varón primogénito será consagrado al Señor», y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones». Había entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo estaba con él. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo. Y cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo acostumbrado según la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: 

    «Ahora, Señor, según tu promesa, 
 puedes dejar a tu siervo irse en paz. 
Porque mis ojos han visto a tu Salvador, 
a quien has presentado ante todos los pueblos: 
luz para alumbrar a las naciones 
y gloria de tu pueblo Israel». 

    Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: 

    «Este ha sido puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; y será como un signo de contradicción —y a ti misma una espada te traspasará el alma—, para que se pongan de manifiesto los pensamientos de muchos corazones». 

    Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, ya muy avanzada en años. De joven había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones noche y día. 

Lucas 2, 22 - 37

MEDITACIÓN DE SAN JUAN PABLO II

    Y he aquí que entra. Llevado por las manos de María y José. Entra como un niño de 40 días para cumplir las exigencias de la ley de Moisés. Lo llevan al templo como a tantos otros niños israelitas: el niño de padres pobres. Entra, pues, desapercibido y —casi en contraste con las palabras del Profeta Malaquías— nadie lo espera. «Deus absconditus: Dios escondido» (cf. Is 45, 15). Oculto en su carne humana. nacido en un establo en las cercanías de la ciudad de Belén. Sometido a la ley del rescate, como su Madre a la de la purificación. Aunque todo parezca indicar que nadie lo espera en este momento, que nadie lo divisa, en realidad no es así. El anciano Simeón va al encuentro de María y José, toma al Niño en sus brazos y pronuncia las palabras que son eco vivo de la profecía de Isaías: «Ahora, Señor, puedes ya dejar ir a tu siervo en paz, según tu palabra: porque han visto mis ojos tu salud, la que has preparado ante la faz de los pueblos: luz para iluminación de las gentes y gloria de tu pueblo Israel» (Lc 29-32; cf. Is 2, 2-5; 25, 7).

San Juan Pablo II. Homilía. Basílica de San Pedro del Vaticano, 2 de febrero de 1979

ORACIÓN FINAL DEL MISTERIO

Dios todopoderoso y eterno, 
rogamos humildemente a tu majestad
 que, así como tu Hijo Unigénito 
ha sido presentado en el templo
 en la realidad de nuestra carne, 
nos concedas, de igual modo, 
ser presentados ante ti con el alma limpia. 

viernes, 10 de enero de 2025

TERCER MISTERIO GOZOSOS. EL NACIMIENTO DEL NIÑO JESÚS EN EL PORTAL DE BELÉN.


LA NATIVIDAD

Autor.- Esta obra fue realizada por Eugenio Cajés.
Fecha de ejecución.- En la actualidad se desconoce la fecha exacta en la que Eugenio Cajés realiza esta obra, pudiéndose datar como una obra realizada hacía el año 1610
Técnica.- Óleo sobre lienzo.
Medida.- 70 x 80,2 cm.
Lugar donde se encuentra.- Museo Nacional del Prado.
Localidad.- Madrid.
País.- España.

TEXTO DEL EVANGELIO

    Sucedió en aquellos días que salió un decreto del emperador Augusto, ordenando que se empadronase todo el Imperio. Este primer empadronamiento se hizo siendo Cirino gobernador de Siria. Y todos iban a empadronarse, cada cual a su ciudad. También José, por ser de la casa y familia de David, subió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, que se llama Belén, en Judea, para empadronarse con su esposa María, que estaba encinta. Y sucedió que, mientras estaban allí, le llegó a ella el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada.

Lucas 2, 1 - 7

MEDITACIÓN DE SAN JUAN PABLO II

    A lo largo de dos mil años, generación tras generación, los cristianos han pronunciado el nombre de Belén con profunda emoción y gozosa gratitud. Como los pastores y los Magos, hemos venido también nosotros a encontrar al Niño "envuelto en pañales y recostado en un pesebre" (Lc 2, 12). Como muchos peregrinos que han venido antes que nosotros, nos arrodillamos, llenos de asombro, en adoración ante el misterio inefable que aquí se realizó. El niño recién nacido, indefenso y totalmente dependiente de los cuidados de María y José, encomendado a su amor, es toda la riqueza del mundo. Él es nuestro todo. En este niño, el Hijo que nos ha sido dado, encontramos descanso para nuestras almas y el verdadero pan que nunca falta, el Pan eucarístico anunciado también por el nombre mismo de esta ciudad:  Beth-lehem, la casa del pan. Dios se esconde en este niño; la divinidad se oculta en el Pan de vida. Adoro te devote, latens Deitas. Quae sub his figuris vere latitas. Celebramos a un Niño recién nacido, pero abrazamos a los hombres y mujeres de todos los lugares. Hoy, desde la plaza del Pesebre, proclamamos con fuerza a todo tiempo y lugar, y a toda persona:  "¡La paz esté con vosotros! ¡No temáis!". Estas palabras resuenan en todas las páginas de la Escritura. Son palabras divinas, pronunciadas por Jesús mismo después de su resurrección de entre los muertos:  "¡No temáis!" (Mt 28, 10). Esas mismas palabras os las dirige hoy a vosotros la Iglesia. No temáis conservar vuestra presencia y vuestra herencia cristianas en el lugar mismo en donde nació el Salvador. En la cueva de Belén, como dice san Pablo en la segunda lectura que acabamos de escuchar, "se manifestó la gracia de Dios" (Tt 2, 11). En el Niño que ha nacido, el mundo ha recibido "la misericordia prometida a nuestros padres, a Abraham y a su descendencia por siempre" (cf. Lc 1, 54-55). Deslumbrados por el misterio del Verbo eterno que se hizo carne, abandonamos todo temor y, como los ángeles, glorificamos a Dios que da al mundo esos dones. Con el coro celestial "cantamos un cántico nuevo" (Sal 96, 1). "Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres, que él ama" (Lc 2, 14). ¡Oh Niño de Belén, Hijo de María e Hijo de Dios, Señor de todos los tiempos y Príncipe de la paz, "el mismo ayer, hoy y siempre" (Hb 13, 8):  mientras entramos en el nuevo milenio, cura nuestras heridas, afianza nuestros pasos, abre nuestro corazón y nuestra mente a "las entrañas misericordiosas de nuestro Dios, que nos visitará como el astro que surge de lo alto"! (Lc 1, 78). Amén.

San Juan Pablo II. Homília. Celebración Eucarística en la Plaza del Pesebre. Belén. 22 de marzo de 2000

ORACIÓN FINAL DEL MISTERIO

Dios todopoderoso,
envueltos con la nueva luz de tu Verbo hecho carne,
Te pedimos que resplandezca en nuestras obras
lo que por la fe brilla en nuestro espíritu.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los siglos de los siglos.

PRIMER MISTERIO LUMINOSO. EL BAUTISMO DE JESÚS EN EL RÍO JORDÁN

BAUTISMO DE CRISTO Autor.- Francisco de Goya y Lucientes. Fecha de ejecución.- Goya trabaja en esta obra entre el año 1775 y el año 1780 Téc...